Para muchas líneas navieras, llenar el espacio de la cabina era tan importante como llenar la bodega de carga. Los servicios iban desde camarotes simples a de primera clase con lujosos comedores donde la cocina elaborada se compartía en la mesa con los oficiales del barco. En el siglo XIX este fue el modo de viaje preferido por los escritores, artistas y cualquiera que intentara escapar de la ajetreada vida y saborear la soledad que ofrece el mar.
100% hecho a mano con las mejores maderas (como palo de rosa, caoba, teca, etc) y accesorios y adornos de cromo y latón.
Los planos y dibujos se investigan en los archivos de museos y bibliotecas nacionales. Nuestros modelos a escala son verdaderas representaciones en miniatura de los originales.
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